LA COMUNIDAD
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE PERTENECER A LA COMUNIDAD?
Los seres humanos somos animales
sociales Aunque necesitamos independencia también necesitamos estar cerca de
los demás para hacer que la vida sea mucho más agradable. Esto nos permite
relacionarnos con el resto de la
sociedad, ya que al relacionarse el ser humano busca continuamente la
aprobación, aquí el grupo juega un papel fundamental con el apoyo. La falta de
un conjunto de individuos, sea de amigos, familia, compañeros, etc., acaba
provocando tristeza, soledad, insatisfacción vital y falta de autoestima .Todos
los grupos tienen una serie de características que cumplen para poder
considerarlos “grupos”: La existencia de afinidad e interacción, el cumplimiento
de una serie de normas, la interacción, el compartir unas tareas comunes y,
cómo no, una organización interna, esto es, un conjunto de roles o funciones
dentro del grupo.
¿QUÉ RELACIÓN HAY
ENTRE PERSONA Y SOCIEDAD?
Derechos y deberes que conlleva la vida en sociedad
Derechos y responsabilidades individuales:
• La dignidad de la persona como fundamento de los derechos humanos.
Persona y sociedad.
1.- La concepción del hombre:

De acuerdo a la concepción cristiana, idea que se generaliza para casi
todas las religiones, la fuerza creadora y organizadora de la vida es Dios. El
fue ante todo, y por él todas las cosas subsisten, es el bien supremo y es el
fin último de la existencia.
La principal creación de Dios es el HOMBRE, hecho a imagen y
semejanza de Dios. Este ser es una integridad vital, compleja de materia y
espíritu, de cuerpo y alma inmortal. En este contexto, el hombre es un ser
trascendental (sobrepasa el tiempo), cuya naturaleza espiritual le otorga
primacía absoluta sobre todo lo creado, debido a que sus potencialidades y
derechos emanan del propio Creador.
El hombre es un ser que, desde la unicidad que le es propia, se
relaciona con los demás y con el mundo que lo rodea; de esta forma nace una red
de relaciones que adquiere sentido y se proyecta hacia los demás y hacia el
mundo. La capacidad de concebir racionalmente el mundo es el motor de la
cultura en su sentido más amplio.
El hombre posee dos dimensiones fundamentales de su ser específico: su limitación
connatural y una capacidad prácticamente ilimitada de aspiraciones; siendo un
ser imperfecto, el hombre es perfectible; siendo un ser limitado, aspira hacia
lo eterno; siendo un ser mortal, vive de la eternidad; y se siente trascender
los límites del tiempo.
Pero, como el hombre no es un todo cerrado, aislado en sí mismo, que
puede realizarse íntegramente en una existencia individual, que puede por sí
solo alcanzar sus infinitas aspiraciones, debe vivir por naturaleza, por
carácter inherente, en comunidad, formar grupos con otros hombres, para que le
posibiliten alcanzar su meta y así cumplir su proyecto de vida
satisfactoriamente.
Esta tendencia del hombre de ser gregario es la que lo lleva a organizar la SOCIEDAD, como un todo que
persigue construir un orden en que las condiciones de vida faciliten a los
individuos la consecución de su destino.
2.- La sociabilidad humana:
No se ha tenido noticias de la existencia de ningún ser humano que haya
podido vivir normalmente privado de vínculos con otros hombres. Una de las
características más trascendentales del fenómeno humano es su sociabilidad. El
hombre se nos presenta formando parte de agrupaciones, rara vez aislado, es un
ser constitutivamente sociable.
Todas las disciplinas científicas que se han abocado al estudio del tema, han llegado a una conclusión unívoca: "El ser humano existe siempre en relación con otros seres humanos y en permanente interacción entre ellos"; de esta forma, la sociedad se nos presenta como el modo de vida normal del hombre.
La sociabilidad humana es una tendencia natural del hombre, de agruparse
con otros hombres para obtener los fines necesarios para su vida, los que por
sí solo no puede alcanzar.
La SOCIEDAD es la unión de varios hombres que cooperan de manera estable para la
consecución de un bien común. La primera sociedad que surge en la historia es
la FAMILIA, raíz de todas las otras sociedades; desde la familia, el
hombre se proyecta hacia los demás.
Al unirse el hombre en sociedad, aspira a alcanzar los bienes y servicios
necesarios para satisfacer todas sus necesidades y requerimientos, tales como
la enseñanza escolar, la seguridad, los medios para el cuidado de la salud, la
alimentación, el deporte y la recreación, etc. Así se van formando las demás
sociedades hasta alcanzar la sociedad mayor o perfecta que es el ESTADO.
El Estado, concebido como un todo armónico y ordenado, pretende ayudar a
todos y a cada uno a alcanzar su más pleno desarrollo en función de su
naturaleza y objetivos.
3.- La familia: núcleo fundamental de la sociedad:
El mejor o peor funcionamiento de la familia determina, en forma
directamente proporcional, la mejor o peor calidad de vida que esa sociedad
puede ofrecer. Hoy, los cambios han influido de manera notable en las
costumbres, hábitos y creencias del grupo familiar. Estos cambios han
significado el paso de una sociedad antigua a una moderna.
Los cambios más profundos se iniciaron a partir de la revolución
industrial, creyendo que al poblar al mundo de máquinas, el hombre seguiría
siendo el mismo, pero no es así. Su nueva identidad arranca del cambio radical
que acontece en el ámbito familiar, donde se forman los sentimientos y
actitudes básicas del ser humano.
En el pasado, la familia estaba integrada por una cantidad mayor de personas,
los abuelos, los padres, los hijos y, con frecuencia, tíos.
Bajo estas circunstancias, los roles estaban claramente marcados: la
autoridad paterna, la comprensión y el amor materno, el respeto filial. Los
valores que gobernaban este conjunto eran: el honor, la lealtad recíproca, la
solidaridad, etc.
Hoy, las nuevas condiciones de vida urbana e industrial - tecnológica no
resisten este esquema. En el presente, la familia se empequeñece: padre, madre
y dos o tres hijos como promedio.
La familia se hace móvil, al no aferrarse a una propiedad; emigra del
campo a la ciudad buscando mejores perspectivas de trabajo. En estas
circunstancias, los roles tradicionales resultan a veces difusos.
La familia pierde estabilidad con la separación cada vez más frecuente
de los padres, con el temprano alejamiento o desarraigo de los hijos
adolescentes que emigran a los institutos de educación superior en ciudades
distantes. Entonces, la familia deja de ser el factor básico en la vida de un
individuo, para transformarse sólo en una etapa de la vida.
No se trata de juzgar a priori a esta familia, que surge entre
chimeneas, máquinas y computadoras, si es buena o es mala; sino que deseamos
constatar el hecho de que estamos en una etapa de tránsito de un tipo de
familia a otra, aún no diseñada claramente, pero cuyos rasgos iniciales ya se
vislumbran.
Hoy, constatamos que, funciones que habían sido tradicionales en la
familia, ya no lo son, como la justicia, el culto y la instrucción; tareas que en el
presente han sido asumidas por otras instituciones. A pesar de todos los
cambios, otras funciones que son inherentes a nuestra naturaleza reclaman la
existencia de la familia.
Hemos sido hechos para amar, ser amados, procrear, para criar, para
proteger y ser protegidos. El hombre no es un proyectil lanzado al mundo
desde la nada, antes de internarse en la vida social pasa por la antesala de la
vida familiar.
Es cierto que el tiempo y la historia le han restado importantes
funciones a la vida familiar, pero se mantiene otras, que si faltan nadie en el
mundo podría proveerlas. Entre ellas está, en primer lugar, la plena
realización del amor humano. Resulta legítimo aspirar a que dos seres se amen,
total, vital y verdaderamente; todo amor, si es verdadero, aspira a la
prolongación sin término.
Millares de jóvenes cada año se unen en matrimonio, reafirmando la
vigencia de esta institución, y de acuerdo a la naturaleza humana, cada
individuo, al buscar su pareja, se define como un ser humano incompleto, en
busca de otro medio ser humano; lo queramos o no, la unión matrimonial continúa
vigente.
La persona: Derechos humanos
Conocer y respetar los derechos humanos significa valorarnos a nosotros
mismos como personas, como seres únicos e irrepetibles dotados de dignidad. Y
son nuestros padres, familia, escuela y sociedad los que tienen la
responsabilidad de educarnos e informarnos desde el día en que nacemos sobre
cuáles son nuestros derechos y su importancia para la vida.
En nuestro país los derechos de las personas están contemplados en la Constitución de 1980, algunos de ellos son: el derecho a la vida y a
la integridad física y síquica de la persona, la igualdad ante la ley, la
libertad de conciencia, la libertad de educación y de libre enseñanza, la
libertad de emitir opinión y la de informar, el derecho de asociarse sin
permiso previo, el derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no
sea contraria a la moral, el derecho de la propiedad, entre otros.
El hombre y la mujer han tomado conciencia desde la Antigüedad hasta nuestros días cuáles son sus derechos fundamentales,
sus derechos civiles y políticos, sus derechos económicos, sociales y
culturales.
Clasificación
Nuestros derechos como personas conforman un todo integral,
relacionándose y complementándose unos con otros. Sin embargo, para su mayor
comprensión y estudio se clasifican en razón de la materia que abordan como
también a la visión del investigador del tema.
Normalmente se distinguen derechos individuales (referidos a las
personas) y derechos colectivos o de los pueblos.
Dentro de los individuales, según las materias que tratan están:
1) Derechos civiles y políticos: Como el derecho a la
vida, integridad física, libertad de opinión, de conciencia, igualdad ante la
ley, de reunión, de asociación, entre otros.
2) Derechos económicos, sociales y culturales: Como el derecho a la propiedad, al trabajo digno y libre, a la salud, a
la seguridad social, a la educación, a sindicalizarse libremente, a la
vivienda, entre otros.
Dentro de los derechos colectivos están: el derecho a la paz, el derecho
al desarrollo y a la no contaminación del medio ambiente, entre otros.
Definición y características
Los derechos humanos son el conjunto de características y atributos
propios del ser humano derivados de su dignidad, por lo que no pueden ser
afectados o vulnerados. Sin ellos las personas no pueden existir ni llevar una
vida propiamente humana, por tanto, es imprescindible que los Estados y sus
leyes los reconozcan, los difundan, protejan y garanticen.
El artículo 1 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros".
Y continúa en el artículo 2: "Toda persona tiene todos los
derechos y libertades (...) sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquiera índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición".
Sus principales características son:
• Son inherentes o innatos al ser humano: Todos los seres los poseen pues se generan a partir de la misma
naturaleza humana.
• Son universales: Se extienden a todo
el género humano, cualquiera sea su condición histórica, geográfica, etnia,
sexo, edad o situación en la sociedad.
• Son inalienables: No se pueden quitar ni enajenar pues son parte consustancial de la
propia naturaleza humana.
• Son inviolables: No se pueden o no se deben transgredir o quebrantar y en caso de ser
así, el ciudadano víctima puede exigir una reparación o compensación por el
daño causado a través de los tribunales de justicia.
• Son imprescriptibles: Es decir, no caducan ni se pierden por el transcurso del tiempo.
En cuanto al ejercicio en plenitud de los derechos humanos, existe una cierta relatividad ya que dicho ejercicio está limitado por las exigencias del bien común de la sociedad: "Mi libertad termina donde comienza la tuya".
Relación con el Estado
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
plantea que los Estados han de comprometerse y garantizar en cooperación
con la Organización de las Naciones Unidas el respeto universal y efectivo
de los derechos y libertades fundamentales del hombre.
De tal modo a los Estados les corresponde:
• Reconocer los derechos humanos, declarar y manifestar
su existencia y contenido.
• Respetarlos, sin infringir los derechos de las
personas ya sea por acción directa o por omisión.
• Garantizarlos, crear las normas legales y condiciones
materiales que permitan el ejercicio de los derechos de todas las personas.
• Armonizarlos, es decir, compatibilizar los derechos
de unos y otros buscando el bien común.
• Promoverlos, educar a la población en torno a sus
derechos.
• Crear condiciones y adoptar medidas que apunten al
pleno ejercicio de los derechos humanos.
La Constitución de 1980, en su capítulo III, "De los Derechos y
Deberes Constitucionales", declara normas que buscan asegurar los derechos
de las personas.
Para garantizar los derechos de las personas, existen diversos
procedimientos legales a los cuales toda persona tanto natural como jurídica
puede recurrir. Entre los recursos que se interponen en los tribunales de
justicia competentes están:
1) El recurso de amparo o "habeas corpus" (del latín "que tengas tu cuerpo, que seas dueño de tu
persona"). Es un medio de defensa legal cuando la libertad personal es
limitada. Cualquier persona puede interponer este recurso, sea o no el
afectado.
2) El recurso de protección busca la protección
jurídica a diversos derechos constitucionales que no contempla el recurso de
amparo. La persona que interpone este recurso puede ser natural o jurídica,
pública o privada e incluso un colectivo sin personería jurídica.
En el plano internacional, existen la Comisión de Derechos Humanos de la
Organización de Estados Americanos (OEA), la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, la Corte Europea de Derechos Humanos, entre otros.
Fuentes Internet:
¿Qué relación hay
entre persona, sociedad e instituciones de carácter religioso?
La religión es una actividad humana que suele abarcar
creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existencial, moral y sobrenatural. Se habla de
«religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del
fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay
religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que
otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones
culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El
término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a
ritos y enseñanzas colectivas.
Jesús y la sociedad de su tiempo
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Para conocer mejor a una persona, es conveniente conocer también la
tierra donde nació y la organización social, política y religiosa de la
sociedad en que vivió.
Así para conocer a Jesús, es necesario estudiar dónde nació y cómo era
la sociedad de su época.
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Palestina en tiempos de Jesús
Palestina, la tierra donde nació Jesús, era en esa época,
una provincia del Imperio Romano. Tras la conquista que fue iniciada por el
general Pompeyo en el año 63 a.C. y culminó con la toma de Jerusalén por Tito
en el año 70 d.C.. Palestina quedó dividida en siete administraciones: Idumea,
Samaria, Judea, Galilea, Traconítida, Decápolis y Perea.
El dominio de Palestina por los Romanos supuso para los
palestinos el contraer obligaciones y obtener ciertos beneficios.
Obligaciones: Estaban obligados a pagar dos tipos de
impuestos a Roma:
Impuestos directos, que consistían en pagar una cantidad de
dinero en función de las propiedades que poseían.
Impuestos indirectos, o porcentajes que debían pagar por las
compras o ventas que efectuaban.
Los palestinos no podían aplicar sentencias de muerte sin el
permiso de Roma, aunque sí podían celebrar juicios.
Beneficios: Los palestinos se beneficiaban de la red de vías
de comunicación que Roma construyó.
Podían utilizar el sistema de correos que la organización
administrativa de Roma creó.
Podían utilizar las numerosas obras públicas construidas por
los romanos: acueductos, teatros, fuentes,, las cuales mejoraban las
condiciones de vida de los palestinos.
Los romanos respetaban la religión judía, sus leyes e
instituciones. Les permitían celebrar el sábado (día sagrado) quedar exentos
del servicio militar y celebrar juicios civiles y religiosos.
Los palestinos vivieron también etapas conflictivas. El
hecho de estar sometidos por los romanos, inquietaba a algunas clases sociales
judías, que conspiraban constantemente contra las autoridades de Roma. Las
tropas invasoras reaccionaban brutalmente contra cualquier intento de rebelión,
y llegaron a tener represalias muy duras.
Un ejemplo de esta dureza es la crucifixión de mil judíos en
las murallas de Jerusalén por orden del gobernador romano Poncio Pilato.
Organización política
En la administración política de Palestina en tiempos de
Jesús, vamos a destacar tres figuras o instituciones relacionadas, de una o de
otra forma, con la vida de Jesús: Herodes I el Grande y sus sucesores; el
gobernador romano Poncio Pilato y el Sanedrín. Y el emperador de Roma cuando
nació Jesús era Octavio Cesar Augusto.
Poncio Pilato
Fue gobernador romano en Judea del año 26 al 37 d. C:, Así pues,
bajo su mandato se desarrolló la predicación y muerte de Jesús.
Su misión era controlar las siete administraciones de
Palestina, nombrar o destituir al sumo sacerdote (título equivalente al
presidente del gobierno). Cobrar los impuestos que imponía Roma y autorizar la
ejecución de la pena de muerte.
Se le describe como un hombre inflexible, arbitrario y
despiadado. Ordenó una matanza de galileos en el templo y posteriormente, otra
de samaritanos.
El Sanedrín
Era el órgano de gobierno propiamente judío. Su nombre
significa "sentarse juntos, consejo".
El Sanedrín era similar a un parlamento. Ejercía el poder
Legislativo (elaborar y aprobar las leyes), el judicial (juzgar los delitos
contra las leyes), y el ejecutivo (hacer cumplir la ley). Estos poderes estaban
limitados por las autoridades romanas. Así, si el Sanedrín, por ejemplo,
condenaba a alguien de muerte, no podía aplicarse la sentencia sin la
autorización del gobernador romano.
Ejercía también de corte suprema religiosa; es decir, fijaba
la doctrina religiosa, establecía el calendario litúrgico y regulaba la vida
religiosa del país.
El Sanedrín estaba compuesto por 71 miembros pertenecientes
a tres clases:
Los ancianos (senadores o presbíteros) eran casi todos
miembros de la aristocracia y hombres de negocios
Los sumos sacerdotes eran, en su mayoría saduceos.
Los letrados o maestros de la ley, fariseos en su mayor
parte.
El presidente del Sanedrín era el sumo sacerdote, una
especie de presidente del gobierno. Su función era gobernar el país bajo el
control de Roma.
Estructura social y religiosa
Todas las sociedades están organizadas en unas clases
sociales determinadas que tienen unas características concretas.
También en Palestina, el país de Jesús, existían diferentes
clases sociales. Conocerlas nos puede ayudar a comprender la predilección de
Jesús hacia las clases sociales más desfavorecidas.
Clase alta: Sumos sacerdotes, Jefes romanos, grandes
terratenientes, ricos comerciantes, jefes de recaudadores de impuestos.
Clase media: Artesanos, recaudadores, maestros de la ley,
sacerdotes.
Clase baja: Pueblo (campesinos, pescadores, pastores)
enfermos pobres, esclavos, leprosos.
Estructura religiosa de Palestina
En Palestina, la religión tenía gran importancia y estaba
muy unida a las cuestiones sociales y políticas. De hecho las autoridades
religiosas y políticas eran las mismas. Como señalábamos anteriormente, el
máximo órgano político-religioso era el Sanedrín, que tenía poderes religiosos,
políticos y judiciales.
En la época de Jesús existían diversos grupos religiosos con
los que éste se relacionó, dialogó, se enfadó, e incluso denunció. Señalamos
los más importantes.
Grupo Rasgos identificadores
Sumos sacerdotes Encarnaban la máxima autoridad: presidentes
del Sanedrín y jefes del pueblo. También eran los responsables del Templo y del
- --Cumplimiento de la Ley. Eran nombrados por el gobernador romano y
pertenecían a las familias más nobles del pueblo.
Sacerdotes: Su misión era la dedicación al culto. Cabe
distinguir tres grupos:
Los que pertenecían al grupo social de los saduceos (la
aristocracia). Realizaban las funciones de culto en el templo de Jerusalén.
Los sacerdotes rurales, que vivían de algún oficio. Su nivel
socioeconómico era bajo.
Los levitas eran los ayudantes de los sacerdotes. Su nivel
socioeconómico era el más bajo.
Fariseos: Se cree que su nombre se deriva del arameo
perssaya, que significa separados. Recibieron este nombre porque su observancia
exagerada de la ley los separaba del pueblo sencillo. Se consideraban los
buenos, los cumplidores y por eso no se relacionaban con el pueblo ni con los
saduceos. Pertenecían a la clase media (artesanos) y eran para el pueblo, sus
guías espirituales, porque los consideraban cultos y sabios. Abundaban entre
ellos los maestros de la Ley. Sus ideas se fundamentaban en una estricta
fidelidad a la Ley. Jesús se enfrentó muy a menudo con ellos, sobre todo en
temas doctrinales. De hecho, este grupo social fue el que más presionó para
condenar a muerte a Jesús.
Saduceos: Su nombre se deriva de Sadoc, del que descendían,
desde los tiempos de Salomón, los sacerdotes de Jerusalén. Eran de clase social
alta y pertenecían a la aristocracia. Tenían grandes propiedades y eran los
principales sacerdotes su influencia era muy poderosa. Políticamente
colaboraban con los romanos para mantener el poder.
Zelotes: su nombre se deriva de la palabra celo, debido a su
celo exagerado por el cumplimiento de la Ley. Podríamos decir que eran
fanáticos de la Ley, de situación social baja.
Políticamente estaban en contra de los romanos y fomentaban
frecuentes rebeliones y escaramuzas. Se los consideraba alborotadores.
Esenios: Se cree que su nombre significa "los devotos,
los silenciosos" Eran una especie de monjes austeros y sacrificados, que
vivían en comunidades monásticas en el Qumrán; cerca del Mar Muerto. Rezaban y
meditaban sobre las Escrituras, esperando la venida del Mesías. Observaban el
sábado religiosamente.
Helenistas:Eran los judíos nacidos fuera de Judea, en las
colonias del norte de África y del Mediterráneo oriental. Su lengua era el
griego (de ahí el nombre de helenos). En Jerusalén y otras ciudades del país,
tenían su sinagoga propia, donde leían la Biblia y rezaban en Griego.
Otros grupos:
Los que pertenecían a la escala social más baja; es decir,
los pobres y marginados
Los campesinos: Poseían algunas tierras de cultivo, que
apenas les proporcionaban lo suficiente para sobrevivir.
Los jornaleros o trabajadores: Por cuenta ajena, en paro muy
a menudo.
Los pequeños artesanos de aldea: Realizaban diferentes
tareas: herreros, carpinteros, albañiles…A este gremio pertenecía José, esposo
de María
Las mujeres, los niños, los esclavos no judíos (la mayoría
árabes), los pastores asalariados, los pecadores (prostitutas, adúlteras) y los
publicanos: Que eran los encargados de recaudar los impuestos.
Los mendigos y los enfermos: La falta de alimento y de
higiene en las capas más bajas de la sociedad traía como consecuencia que,
además de hambrientos, la mayor parte de los mendigos estuviera enferma. Estas
enfermedades podían ser físicas: ceguera, lepra….. o psíquicas: afecciones
mentales o nerviosas. A causa del desconocimiento de estas enfermedades, los
enfermos eran considerados poseídos.
La vida de estas personas era muy dura. Además de su miseria
material, la gente los consideraba impuros. Pensaban que si estaban enfermos
era porque habían cometido un pecado y Dios les había castigado. Por eso nadie
se acercaba a ellos ni dejaban que se acercasen.
Por toda esta gente es por la que Jesús sentía una
predilección especial, hasta jugarse la vida por ellos.
Instituciones religiosas
La vida religiosa giraba en torno a cuatro instituciones
fundamentales:
La Ley, el Templo de Jerusalén, la sinagoga y las grandes
fiestas.
La Ley
Era la Palabra de Dios, que guiaba la vida de los judíos. Se
leía diariamente, pero de forma solemne y más extensa el sábado, día festivo
del pueblo de Israel. Los Judíos sentían una veneración especial por la Ley.
El templo de Jerusalén
Era uno de los lugares más importantes de Israel. Toda la
vida de los Israelitas giraba en torno al Templo. Era el símbolo de la
presencia perpetúa de Dios en medio del pueblo. Los judíos de todo el mundo,
solos o en grupo acudían a él al menos una vez al año para rezar.
En el Templo se enseñaba el contenido de la Biblia y se
cantaban los salmos, mientras los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios.
Servía también para repartir dinero y alimento a los pobres.
Además de ser casa de oración, era el lugar donde se guardaban los tesoros,
tanto de la nación como los particulares. Era el centro de la vida del país:
comercio, banco, parlamento, punto de encuentro.
No es extraño que, cuando Jesús visitaba Jerusalén, Jesús
eligiera el Templo como lugar de predicación, dado que era el punto más
concurrido de la ciudad. Y de ahí se puede entender porque Jesús se enfadó con
los vendedores del Templo, pues éstos lo habían convertido en un mercado y
explotaban a los pobres.
Estaba situado en el monte Sión, en lo más alto de
Jerusalén. Fue construido por Salomón y destruido por los babilonios en el año
587 a. C., fue reconstruido en el año 515 a.C. tras lo cual volvió a ser
destruido varias veces.
Herodes I el Grande comenzó a reconstruirlo hacia el año 20
a.C. y se terminó de construir en el año 64 d.C. Seis años más tarde, fue
destruido definitivamente por Tito.
En la actualidad se conservan solo las murallas, el Muro de
las Lamentaciones, donde los judíos van a rezar.
Descripción del Templo de Jerusalén:
Era una plaza en forma de rectángulo irregular de 300 por
480 m. La gran plaza estaba rodeada por arcos o porches. En los arcos se reunía
la gente para la discusión, la enseñanza y el tráfico bancario correspondiente
al pago de tributos al templo u la compra de las víctimas para los sacrificios
(vacas, corderos, palomas…)
La Sinagoga
Era el lugar donde se reunían los judíos para rezar. Lo
hacían tres veces al día: por la mañana, a primera hora de la tarde y al acabar
la jornada.
De manera solemne, estas reuniones tenían lugar el sábado.
En ellas rezaban la profesión de fe o credo judío; leían el Decálogo y
fragmento de la Ley; cantaban los salmos y leían otros textos de la Biblia que
eran comentados por los rabinos o estudiosos de la Biblia.
La sinagoga también servía de escuela. Los evangelios nos
cuentan que, durante su juventud, Jesús frecuentó la sinagoga de Nazaret y
Cafarnaún.
Las fiestas
Las fiestas judías tenían un carácter religioso. Las más
importantes son tres: La Pascua, Pentecostés y Tiendas. En ellas, el pueblo se
reunía para reforzar su fe.
Ambiente religioso del pueblo de Israel
En todos los países y pueblos existen o han existido
personas en las que la gente tiene puesta su esperanza.
La gran esperanza para el pueblo judío a lo largo de la
historia era la espera del Mesías.
Los profetas habían anunciado que Dios intervendría para
poner fin al sufrimiento humano y para sanar las dolencias de los enfermos
enviando un Mesías. (Is. 61, 1-3)-
Pero no todos tenían la misma idea sobre el Mesías que iba a
venir. Cada uno se imaginaba o esperaba un Mesías diferente.
Grupos o personas Cómo imaginaban al Mesías
Los romanos: Un líder político que podía provocar una
revuelta.
Los sacerdotes: No esperaban al Mesías, se sentían
autosuficientes.
Los fariseos: El Mesías se haría presente, cuando todo el
pueblo practicase La Ley de Moisés
El pueblo: Alguien que los iba a liberar de la opresión de
los romanos y hiciera justicia.
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